Mi conciencia en mis excesos y el fracaso de mis sueños.

Hace más de una semana que no subo ninguna entrada y no es porque no pasara nada, al contrario, pasaron muchas cosas. Normalmente cuando me siento mal escribo más o siento que tengo más cosas para decir, pero no quería llenar el blog de lamentos y cosas por el estilo. Me resigné a pensar en esas cosas lo menos posible y la mayoría del tiempo me siento bien.
Este fin de semana mis padres viajaron y me sentí un poco más libre. Casi ni estuve en mi casa. Mi objetivo era salir, evitar estar sola, distraerme, para no pensar. No hay vez que piense y que no me amargue y realmente no quería amargarme estos días. 
Siento ciertos cambios en mi comportamiento: me acuesto más temprano, me siento más cansada, no estoy tan atenta a la compu (taaaan, dije taaaan), me dejo llevar por los planes espontáneos, trato de salir y hacer más cosas, me planteo mis relaciones con ciertas personas, etc. Algunos buenos, algunos malos y algunos que creo que no van a durar por mucho tiempo.